Fuente: La Provincia (extraído del blog de Marisol Ayala)

Fuente de la imagen: El Roto (ilustrador)

Se puede decir más alto, pero no más claro. Las situaciones expresadas en el texto, reflejan la realidad actual de los centros educativos. Así pues, se exige mucha dedicación al profesorado para lo que se ha tornado urgente: lo prescriptivo, desde el punto de vista de la gestión administrativa. A ello se le suma, entre otros muchos aspectos, la gran cantidad de alumnos/as por aula, lo que dificulta la atención individualizada que merece cada persona en su paso por la escuela (…) si lo que se quiere es que la escuela pase también por ella.

La gravedad del asunto reside en que -ante tales condiciones laborales- poco espacio reserva el sistema educativo para lo realmente importante: el alumnado y sus necesidades de formación académicas y humanas (…) y la diversidad es muy amplia.

Por tanto, desde este espacio consideramos que, si nuestra labor es EDUCAR, se está perdiendo la perspectiva y la sensibilidad que toda escuela pública necesita.

Ante este panorama, los docentes reclamamos apoyos educativos por parte de compañeros/as y de otros profesionales del ámbito social; tiempo de calidad para coordinarnos y crear estrategias y proyectos significativos para el alumnado (y para nosotros/as mismos/as); tiempo para disfrutar con nuestros/as alumnos/as del acto educativo; tiempo para poder parar (y no para correr todo el día por y para la burocracia); tiempo para respirar y no para sentir asfixia en un profesión que, en esencia, es vocacional.

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