Fuente: Save the Children
Fuente de la imagen: Mónica Carretero Sáez (ilustradora)
El derecho a la educación es mundialmente reconocido desde que, en 1948, se proclama la Declaración Universal de Derechos Humanos. Además, la Convención sobre los derechos del niño (ratificada por 193 estados) reconoce este derecho a todos los niños y las niñas. En el año 2000, un informe de la UNESCO establece que la inclusión de la infancia con necesidades especiales o pertenecientes a minorías étnicas desfavorecidas, poblaciones migrantes, comunidades remotas y aisladas o barrios urbanos marginales, así como de otros excluidos de la educación, deberá ser parte integrante de las estrategias para lograr la educación para todos/as antes del 2015.
Gracias a la Educación Inclusiva, alumnos/as con alto riesgo de exclusión podrán mejorar su aprendizaje y, como consecuencia de ello, su calidad de vida. Pero la educación inclusiva no beneficia sólo al alumnado más vulnerable, sino a toda la comunidad educativa, como demuestran las prácticas contenidas en esta guía.
Desde esta perspectiva, los/as docentes nos convertimos en creadores/as de oportunidades de aprendizaje y desarrollo para todos/as.
Aquí tienes una guía para impulsarte hacia el sorprendente y enriquecedor camino de la inclusión.