La iniciativa que compartimos en esta ocasión, persigue trascender el modelo de carácter disciplinario y sancionador desarrollado tradicionalmente en los centros educativos y optar por fórmulas alternativas centradas en entender el conflicto como una oportunidad de aprendizaje.
Esta apuesta, está profundamente conectada con el desarrollo de las competencias sociales y cívicas. Por ello, es fundamental abrir la participación a todos los agentes de la comunidad educativa, destacando la implicación del alumnado en la búsqueda de soluciones en las situaciones conflictivas que se generen en la vida del centro.
El Plan está abierto a todos los centros educativos no universitarios, públicos y privados, abarcando a todas las etapas. El próximo curso escolar, se incorporan 50 nuevos centros a esta andadura que persigue implementar el Modelo de Convivencia Positiva en Canarias y, en última instancia, educar contra la violencia y en favor de la cultura de paz.
Desde esta perspectiva, la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias incide en la corresponsabilidad ciudadana y en el compromiso interinstitucional para erradicar la conflictividad en las aulas, con la elaboración de un Plan Integral contra la Violencia Infanto-Juvenil, la próxima creación del Observatorio de la Convivencia y la incorporación de la figura del Educador o Educadora Social en los centros educativos.