Fuente: Blog de César Bona
Esta gráfica muestra cómo puedes convertir tu clase en un espacio de juego y aprendizaje y te da pistas para transformarte en facilitador de los saberes que surgen de tus alumn@s.
L@s alumn@s participan de forma activa en las situaciones que se dan diariamente en su clase y -a través de la asunción de roles fantásticos que van rotando entre tod@s- desarrollan su autonomía y adquieren responsabilidades en el cuidado de una práctica (la práctica educativa) que es de todo@s.